Que este país necesita cambiar su modelo productivo es algo que nadie con dos dedos de frente discute ya. En España hemos vivido (todos) por encima de nuestras posibilidades, pensando a corto plazo y como nuevos ricos: a nadie le vale un alquiler, todos queremos ser propietarios de un piso, cueste lo que cueste y aunque lo que cueste sea mucho más de lo que valga (la diferencia abismal entre precio y valor es una de las principales características de las burbujas especulativas). Y los bancos se han dedicado a alimentar de forma irresponsable con dinero barato un sistema que tenía que caerse: el precio que podemos pagar por los pisos está, por definición, limitado por nuestros sueldos y los años que vamos a trabajar, por lo que aquello de que "los pisos siempre van a subir de precio", "un piso es siempre una inversión segura", etc, no son más que cuentos de la lechera sin ningún tipo de fundamento que nos hemos empeñado en creer. En este mundo sólo hay tres leyes inmutables:
- Tarde o temprano, todos nos morimos.
- La ley de la gravedad
- La ley de la oferta y la demanda, que nos dice que las cosas cuestan lo que la gente está dispuesta a pagar por ellas, y que cuando baja la demanda los precios caen.
Así pues, nos encontramos con un sistema que ya no funciona, con todo el país hipotecado, gran cantidad de ciudadanos poco formados y en paro, y con nulas posibilidades de remontar siguiendo el mismo esquema económico que teníamos. Todos los estudios serios indican que somos un país con poca productividad y en el que se innova poco.
Por eso hay que reconocer que tenemos un serio problema y que tenemos que cambiar el modelo productivo actual por uno en el que creemos valor y no sólo ladrillos. En efecto, una ley no cambia el modelo productivo de un país de la noche a la mañana, pero la Ley de Economía Sostenible que acaba de presentar el Gobierno es el primer paso en esa dirección. Y un paso valiente, porque a nadie le gusta ser el aguafiestas y decir que la fiesta se ha acabado, pero cuando uno está en el Gobierno es para ser responsable y pensar a largo plazo.
En palabras de Leire Pajín, la Secretaria de Organización del PSOE, el anteproyecto de Ley de Economía Sostenible que ha aprobado el Gobierno tiene como objetivo “construir la economía que se base en el conocimiento; la economía de las energías limpias y renovables y del medio ambiente; la economía de la igualdad social y de la igualdad de oportunidades; la economía del bienestar, capaz de dar soluciones globales”.
La Secretaria de Organización, recordó también que la Ley de Economía Sostenible es una ley “pensada para el medio, largo plazo” y “pensando en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones”; una estrategia para volver a crecer sobre la innovación y el conocimiento, sobre las energías alternativas y renovables, sobre la economía social y de la igualdad.
Pero a todos nos va a tocar arrimar el hombro y apretarnos el cinturón, además de para seguir pagando la hipoteca, para formarnos, cambiar y entender que tenemos que tomar otro rumbo. Y el PP debería de ser, por una vez, responsable y apoyar sin fisuras este nuevo camino. ¿O es que prefiere seguir por la senda de la especulación y el pelotazo?